lunes, 22 de marzo de 2010

Nunca estoy cuando me necesitas.

Quisiera pasar a tu lado cada segundo que me falta por vivir, porque si no estoy junto a ti  no puedo decir que estoy viviendo, porque cada minuto que no sé de ti le quita una hora a mi vida, vida que sólo en sueños puedo compartir contigo. Y mientras tú intentas desaparecer de ella, yo sigo deseando que no te vayas; es algo que no puedo controlar, y mucho menos quiero aceptar.

No sé para dónde caminar, si debo deguir o a lo mejor debería regresar. ¿Y quién iluminará mi camino en la noche, si no es tu mirada?, ¿quién me dirá con su silencio que todo estará bien?, ¿quién escribirá todo eso que cada madrugada recordaba?, dime quién será si no eres tú.

¿Te das cuenta cómo todo mi mundo está enfocado ahora en ti? No encuentro alguna analogía para describir lo que eres para mí, no tengo más palabras para describir lo que causas en mí. Porque en cada frase, cada letra, cada palabra que pongo es para ti. Nuevamente he recordado el momento en el que te vi por vez primera, cuando aún no tenía idea lo que iba a pasar, cuando no imaginaba cómo iba esto a terminar.

No intento desaparecer, creo. Este extraño sentimiento que ocupa cada parte de mi pensamiento, esta absurda imaginación que aparece cuando menos la necesito aquí, cada estrella, cada calle, todo trae tu recuerdo a mí. Me siento tan absurda con todo esto, tanto escribo y nada digo.


Todo ha cambiado, es poco el tiempo en el que has estado a mi lado, pero ha sido suficiente para quererte así. No tienes una idea de lo qué sentí al escuchar esas palabras, no te imaginas lo que sentí al ver que te ibas.

Tal vez ahora no estaré en tu vida, pero siempre formarás parte de la mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario