lunes, 22 de marzo de 2010

Intentaré dormir.

Estuve a punto de abandonar esto, el miedo invadió cada parte de mi cuerpo, me paralicé por completo; pero estuviste ahí, me hiciste dar un paso más hasta llegar al lugar. Tomaste mi mano fuertemente en todo momento, creí que no iba a poder pronunciar esas palabras, pero lo logré.

Después llegó un momento de calma increíble, fue como si no sucediera nada, como si me encontrara en el lugar más tranquilo del universo. Pude analizar claramente lo que estaba haciendo, lo que podría llegar a pasar. Al cerrar mi mano, la sangre que pasaba tranquilamente por esas venas llegaron de un solo golpe a mi cabeza, y al salir de ahí tenía el presentimiento de que todo estaría bien.

No creo poder dormir por estar pensando en lo que pasará mañana, o a lo mejor sea tanta mi inquietud que termine por quedarme profundamente dormida. Si algo me tranquiliza un poco es el saber que tú estarás conmigo, compartiendo esto. Gracias por demostrar que te importo, por acompañarme,  por apoyarme, por hacerme saber que siempre estarás a mi lado.

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