Catorce dulces de menta en menos de media hora, en verdad estoy ansiosa por todo esto. Es estresante esperarte, aunque creo que lo que en realidad me tiene así es no saber lo que pasará; detesto la menta, pero no hay nada más. Mientras mastico el caramelo número quince, pienso en ti.
Ni uno más por hoy, o por lo menos dentro de los siguientes diez minutos. Esta espera se hace eterna, sé que la puntualidad no es algo que te caracterice, pero quiero acabar con esta duda lo antes posible; es que es esta incertidumbre casi certera que me hace divagar y pensar tantas cosas en tan poco tiempo. Creo que tanta azúcar y ese terrible sabor que ahora tengo en la boca han provocado esa hiperactividad que regresa a mí en ciertas ocasiones, y ahora se ha juntado con esta incalmable ansiedad que me tiene tan mal. Vuelvo a masticar un dulce más.
Debo de relajarme, nada de esto me ayudará. Necesito desconectarme de la realidad, dejar de pensar.
lunes, 22 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario