miércoles, 31 de marzo de 2010

Me siento como un zapato talla 3 3/4...

Mi papá me ha dicho hoy que puedo ir a vivir contigo si lo deseo, claro que no mencionó tu nombre porque ni si quiera te conoce. Simplemente hizo el comentario por todo lo que ha pasado últimamente, hechos que no conoces porque has desaparecido, porque no hemos hablado, porque creo que todo ha cambiado.

Quiero emprender este viaje contigo, quiero iniciar esta nueva antigua vida a tu lado. Quiero no pensarte, quiero no soñarte, quiero no mirar una y otra vez tus fotografías; esas imágenes que han hecho que apareciera en mi rostro la sonrisa que había perdido. Nuevamente sólo puedo verte en fotos, nuevamente he pasado varios minutos que se han vuelto horas observándote, sonriendo, divagando.

Pero ahora ni siquiera existe un vínculo entre nosotros, no sé qué es lo que pretendes, intento entenderte; he estado a punto de marcarte tantas veces, ahora mismo quisiera ir a verte para hablar de todo esto, para decirte que no hay necesidad de estar así, para preguntar qué es lo que te sucede, qué es lo que quieres.


Resulta casi imposible encontrar un par.

martes, 23 de marzo de 2010

Esta madrugada.

He despertado buscándote, no estás a mi lado. Le haces falta a ese lado de mi cama, hace falta tu cabeza sobre mi almohada, falta tu cuerpo para cubrir con mi sábana, falta tu brazo buscando mi cuerpo; me faltas.

lunes, 22 de marzo de 2010

Lo importante es creer.

Sé que soy demasiado débil, lamento no poder olvidarme de ti y aparentar que no me interesas.
Detesto seguir invadiendo tu espacio, pero te aseguro que he pensado tanto en alejarme, que cada segundo sólo quiero acercarme a ti.

Pero ya qué más da, si todos se han dado cuenta de esto que siento, a lo mejor y muchos no saben de ti, pero sí se han dado cuenta de lo que has provocado en mí.
El cielo ha vuelto a sonreirme, esta noche alguien más me ha comentado algo parecido, y fue inevitable que en mi mente resonara tu nombre al recordar. Sin duda este día estuviste en mi boca tanto tiempo como el que quisiera pasar cada noche en cada uno de tus sueños, porque quiero ocupar cada uno de ellos, porque quiero estar por lo menos de esa forma contigo. Tantos recuerdos en tan poco tiempo, sin embargo, puedo extender cada segundo a tu lado y convertirlo en decenas de páginas, en capítulos enteros de este libro que algún día alguien leerá.

Intentaré dormir.

Estuve a punto de abandonar esto, el miedo invadió cada parte de mi cuerpo, me paralicé por completo; pero estuviste ahí, me hiciste dar un paso más hasta llegar al lugar. Tomaste mi mano fuertemente en todo momento, creí que no iba a poder pronunciar esas palabras, pero lo logré.

Después llegó un momento de calma increíble, fue como si no sucediera nada, como si me encontrara en el lugar más tranquilo del universo. Pude analizar claramente lo que estaba haciendo, lo que podría llegar a pasar. Al cerrar mi mano, la sangre que pasaba tranquilamente por esas venas llegaron de un solo golpe a mi cabeza, y al salir de ahí tenía el presentimiento de que todo estaría bien.

No creo poder dormir por estar pensando en lo que pasará mañana, o a lo mejor sea tanta mi inquietud que termine por quedarme profundamente dormida. Si algo me tranquiliza un poco es el saber que tú estarás conmigo, compartiendo esto. Gracias por demostrar que te importo, por acompañarme,  por apoyarme, por hacerme saber que siempre estarás a mi lado.

Esperando.

Catorce dulces de menta en menos de media hora, en verdad estoy ansiosa por todo esto. Es estresante esperarte, aunque creo que lo que en realidad me tiene así es no saber lo que pasará; detesto la menta, pero no hay nada más. Mientras mastico el caramelo número quince, pienso en ti.

Ni uno más por hoy, o por lo menos dentro de los siguientes diez minutos. Esta espera se hace eterna, sé que la puntualidad no es algo que te caracterice, pero quiero acabar con esta duda lo antes posible; es que es esta incertidumbre casi certera que me hace divagar y pensar tantas cosas en tan poco tiempo. Creo que tanta azúcar y ese terrible sabor que ahora tengo en la boca han provocado esa hiperactividad que regresa a mí en ciertas ocasiones, y ahora se ha juntado con esta incalmable ansiedad que me tiene tan mal. Vuelvo a masticar un dulce más.

Debo de relajarme, nada de esto me ayudará. Necesito desconectarme de la realidad, dejar de pensar.

Quiero ser una respuesta para ti.

Mis manos heladas buscan las tuyas, hoy más que cualquier otro día necesito tu compañía, necesito sentir que estás conmigo pase lo que pase, sea cual sea el resultado de esto. Ayúdame a respirar, ayúdame a poder continuar, quiero estar contigo hasta el final.


Es que alguien me acompañará, pero sinceramente tendría un poco más de tranquilidad sabiendo que todo está bien entre los dos, teniendo esa seguridad de que estarás a mi lado, que serás tú quien sujete mi mano.

Nunca estoy cuando me necesitas.

Quisiera pasar a tu lado cada segundo que me falta por vivir, porque si no estoy junto a ti  no puedo decir que estoy viviendo, porque cada minuto que no sé de ti le quita una hora a mi vida, vida que sólo en sueños puedo compartir contigo. Y mientras tú intentas desaparecer de ella, yo sigo deseando que no te vayas; es algo que no puedo controlar, y mucho menos quiero aceptar.

No sé para dónde caminar, si debo deguir o a lo mejor debería regresar. ¿Y quién iluminará mi camino en la noche, si no es tu mirada?, ¿quién me dirá con su silencio que todo estará bien?, ¿quién escribirá todo eso que cada madrugada recordaba?, dime quién será si no eres tú.

¿Te das cuenta cómo todo mi mundo está enfocado ahora en ti? No encuentro alguna analogía para describir lo que eres para mí, no tengo más palabras para describir lo que causas en mí. Porque en cada frase, cada letra, cada palabra que pongo es para ti. Nuevamente he recordado el momento en el que te vi por vez primera, cuando aún no tenía idea lo que iba a pasar, cuando no imaginaba cómo iba esto a terminar.

No intento desaparecer, creo. Este extraño sentimiento que ocupa cada parte de mi pensamiento, esta absurda imaginación que aparece cuando menos la necesito aquí, cada estrella, cada calle, todo trae tu recuerdo a mí. Me siento tan absurda con todo esto, tanto escribo y nada digo.


Todo ha cambiado, es poco el tiempo en el que has estado a mi lado, pero ha sido suficiente para quererte así. No tienes una idea de lo qué sentí al escuchar esas palabras, no te imaginas lo que sentí al ver que te ibas.

Tal vez ahora no estaré en tu vida, pero siempre formarás parte de la mía.